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lunes, 28 de enero de 2013
COLIN MORGAN: Premiado como Mejor Actor Maculino en los NTA!
En los premios de la Televisión Inglesa, hace 5 días (lo sé, me demoré), el 23 de enero de 2013, Colin Morgan recibió el premio que sabíamos se merecía. Vi la ceremonia en directo por ya saben todos donde se ven en directo (no quiero acusar a nadie, desde que me borraron mi primer blog y prohibieron a mi primer e-mail hacer otro blog en blogspot, estoy paranoica), y debo decir que casi lloré cuando ganó, subió al escenario -tras las afectuosas y orgullosas palmaditas de Bradley en su pecho- y recibió el premio como Mejor Actor Masculino, en una categoría compartida con Benedict Cumberbatch por su papel como Sherlock, Matt Smith por su papel del Doctor en Doctor Who y Daniel Mays por su papel en Mrs Biggs.
Debo decir que cuando voté en la página de los NTA, habilitada por internet para que todo el planeta pudiera votar, me hice más cuentas de hotmail, yahoo y gmail sólo para poder votar más veces, pues segun vi no se podía votar varias veces con una misma cuenta. El esfuerzo y el tiempo perdido y las cuentas perdidas valieron la pena y ahora tenemos a Colin Morgan con su primer premio importante por tan hermoso, inolvidable y épico papel como Merlin en la serie del mismo nombre.
He aquí el video de la presentación de la categoria en los NTA y de Colin Morgan ganando!!! * - *
Y un LINK para acceder a la entrevista hecha a Colin después de salir del escenario por la parte lateral hacia el backstage n.n
Otra cosa fue es que nuestro Colin pareció casi no llegar a la premiación. Llegó justo a tiempo para la presentación de su categoría y debo decir que nos comportamos un poco mal con él las horas antes en TUMBLR, especialmente al momento de la vista de la "Red Carpet" por Youtube, donde esperamos ver todos y todas en TUMBLR ver a Colin en compañía del resto del cast. Pero sólo pudimos ver, por fotografías eso sí -durante el video en directo no vi a nadie del cast- , a Bradley James por supuesto, perfecto en su traje, y más guapo que en los NTA del año pasado si es posible, a Alex Vlahos (MORDRED!!!!) y a Eoin Macken (*Gwaine. Coso mono y rico). Hasta lo que sé, Tom Hopper (Percival) no asistió, y Katie McGrath (Morgana) y Angel Coulby (Guinevere, "Gwen") tampoco, lo cual es una pena. Fue como un augurio ante el hecho de que Merlin fuera derrotado por "Downton Abbey" en la categoría de Mejor Serie Dramática OTRA VEZ. Vi sólo un capítulo de esa serie, pero si ganó es por algo. La veré.
PERO AÚN ESTOY PICADA PORQUE MERLIN NO GANÓ! Es decir, Downton Abbey ya ganó una vez el año pasado, con "Merlin" derrotado en la misma categoría. O SEA, WTF! ¿Realmente ganó en las votaciones? Es decir, hay fans de Merlin por doquier y definitivamente debe tener más espectadores a nivel mundial!! No estoy echando abajo a "Downtown Abbey", es una excelente serie, pero aún así... T.T Era la última oportunidad de "Merlin" y se la quitaron. Sé que no era una brillantez, he visto historias mejor logradas, menos repetitivas, pero una cosa es que una serie esté bien hecha y otra que haya tocado mi fibra más sensible. He visto series de muy buena calidad que no me han provocado nada. Pero Merlin fue diferente. Tenía un montón de errores, lo sé. Actores que no hablaban nada por capítulos, capítulos redundantes, algo repetitivos, pero pucha que me divertí, lloré, reí viéndola. Y rabié también, un montón. Al final especialmente: Mordred era uno de mis personajes favoritos y realmente lamenté que su destino no cambiara. Todo el destino de los personajes parecía casi parte de un gran juego.
Todas las profecías que Merlin intentó cambiar se cumplieron, y sólo para que Arthur pudiera servir de ejemplo. Todo para que sirviera de ejemplo y "esta historia se quedase por siempre en la mente de los hombres" como dijo el Dragón al final del último capítulo. Es frustrante, pero así es la vida, y por eso el final de "Merlin" fue notable, porque aunque es triste, deja una esperanza, siendo al mismo tiempo trágico. Una trágica historia de amor platónico entre dos hombres. Sí, y sin nada malicioso de por medio. Allí residía principalmente la gracia de la serie: el hecho de que dos personas se hubieran unido tanto en vida siendo tan diferentes en cuanto a puestos sociales, en cuanto a personalidad, en cuanto a todo, el hecho de que hubiera tal nivel de lealtad y devoción por otra persona sin esperar nada a cambio. La camaradería fue un invento de siglos anteriores que ya no se aplica actualmente, y el hecho de que podamos conmovernos con tal cualidad, tal valor, es una prueba de que aún tenemos esperanza. Porque por mucho sexo que muestren en la televisión y en el cine (de lo cual no me quejo, siempre que tenga sentido y no tenga la pura finalidad de la morbosidad pura xDDD), siempre nos quedamos con series como estas, o al menos son las que más persisten en nuestros corazones.
Por algo series como "Sherlock", "Doctor Who", "Supernatural", entre otras, han tenido tanto éxito: todos muestran la misma clase de personas: personas fieles, sacrificadas, leales para con sus amigos, para con sus hermanos y una profunda complicidad entre dos personas totalmente diferentes.
Y me alargué, me puse dramática. Esta entrada era para felicitar a Colin Morgan, quien está haciendo una película en Dublín ahora. Por eso llegó tarde a los premios, por eso lo llamé "bastardo egoísta" en inglés por TUMBLR antes de que llegara. Pero el twitteo de Alex Vlahos nos salvó de la incertidumbre esa noche del 23 de enero:
Lo siento, la imagen de perfil de Alex nunca apareció. |
Tan lindo. "Colin Morgan!!!! Estoy tan orgulloso, tan feliz. 100% merecido. El tipo es magífico"
Y el twitteo de Bradley James, ahora sacado de una imagen muy conmovedora hecha por alguien en TUMBLR. Abajo los créditos del creador:
Fuente
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*Acerca de Gwaine, siempre me enojó un poco el rumbo que le dieron al personaje. Creo que habría sido mucho más interesante para el desarrollo de Gwaine a lo largo de la serie que, en vez de ser nombrado Caballero de la Mesa Redonda, lo cual se merecía por supuesto, hubiera seguido siendo un tipo independiente y apareciera en capítulos alternados para ayudar a Merlin. Él, el personaje, dijo en un momento de la serie, creo que en el capítulo de "Ojo de Fénix" en el cual Arthur se embarca en una misión principesca que ha sido una costumbre entre los herederos al trono desde generaciones, bueno, Gwaine dijo que le molestaba en parte la vida que llevaba. No lo dijo directamente, pero afirmó que Merlin era la razón por la que estaba ayudándolo a mantener a Arthur a salvo del Ojo de Fénix, una joya encantada por Morgana para quitarle la energía a Arthur, esto porque este era su único amigo, es decir, Merlin. Su soledad y vida sin rumbo son en sí las razones por las cuales siempre se lamentó Gwaine antes de ser nombrado Caballero. No obstante, al igual que Aragorn en "El señor de los anillos", él no es un hombre para estar quieto, para estar sentado en un lugar privilegiado y lleno de responsabilidades, aunque el puesto a ambos se les haya dado bien, en el caso de Gwaine, el de Caballero de Camelot, y Aragorn, el de Rey de Gondor. Rey de Gondor, O SEA! no es menos, pero aún así, aún puedo recordar el suspirito un poco de lamentación/resignación que Aragorn, encarnado por Viggo Mortensen, da tras Gandalf coronarlo en la ceremonia al final de "El Retorno del Rey". Ambos personajes no están hechos para eso, como Harry Potter no está hecho para ser ministro de la magia o director de un colegio por necesitar más acción xDDD. Palabras de la autora.
Ahora que me doy cuenta, el mismo título del libro/película, "El Retorno del Rey" es un jodido spoiler. Jodido Tolkien, debió dejar los tres libros como uno a pesar de la presión de la editorial.
Y no hablaré más de Aragorn, me fui por la tanjente. Eso sí, se parece mucho a Gwaine en cierto sentido, aunque es menos divertido. De hecho no es nada divertido, aunque a veces sí lo es sin intención.
Colin Morgan jugando con el trofeo. El dijo que podía servir de "varita" |
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Página 1, 2, 3, 4, 5
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domingo, 20 de enero de 2013
Entrevista a Peter Dinklage en la "Rolling Stone"
Peter Dinklage: "¿Triunfé porque soy raro?
Te contamos cómo conquistó el actor la serie Game of Thrones sólo siendo quien es en una entrevista imperdible
Ultimamente esta bueno ser Peter Dinklage, y vaya que lo está: acaba de ser padre de una beba hermosa, tiene un matrimonio feliz, una casa en las montañas, un trabajo genial en Game of Thrones y, en términos generales, el éxito contra todas las apuestas que representa su carrera como actor. Lo tiene a pesar de que duda en aceptar por completo esta la última afirmación: "¿Triunfé porque soy raro?", dice. No hay mucho de qué quejarse, y tampoco es que acostumbre hacerlo: sus padres nunca sacaron las cosas de los estantes altos de su casa, para que él se adaptara y se subiera a algo para buscar lo que quisiera, y eso es lo que siempre ha hecho. Sin embargo, hay algo que continúa fastidiándolo: Dinklage no puede pasar desapercibido en público. "No puedo mantenerme en el anonimato por culpa de mi tamaño", dice (para ser precisos, mide un metro treinta y cinco). Las gorras y los anteojos oscuros no lo ayudan; tampoco la barba de leñador loco que tuvo hasta la semana pasada. "Incluso si no lo reconocen", dice su mujer, la directora de teatro Erica Schmidt, "creen que es Wee Man de Jackass , o el de Escondidos en Brujas . Así que siempre lo están acosando". A principios de este año, antes de que Dinklage se mudara con su familia de Manhattan a una zona rural del norte del estado de Nueva York, la atención constante -en gran medida buena onda, a veces terriblemente agresiva- le resultaba muy difícil de soportar.
Acá la vida es más fácil. La bebé de cinco meses tiene su propio cuarto, que, según cuenta, es más grande que el departamento que tenían en el West Village. ("Es hermosa", bromea acerca de su hija. "Me pregunto quién será el padre.") El perrazo de Dinklage, Kevin, puede acompañarlo a correr todas las mañanas por el bosque que hay detrás de la casa, donde esquivan garrapatas transmisoras de la enfermedad de Lyme en vez de turistas armados de celulares con camarita. La carrera de su mujer los obligará a volver a mudarse a la ciudad en algún momento ("En una escala de felicidad, acá el más feliz sería el perro, después yo, después la nena, y última mi mujer", dice), pero en este momento a Dinklage le toca disfrutar de la tranquilidad.
Desde acá puede verse gran parte del valle del río Hudson, que se extiende en todas direcciones recortándose contra el azul del cielo: nos hemos detenido en el medio de una pasarela de un kilómetro y medio de largo que se alza sobre el río. A pesar del sol, que brilla con inusual inclemencia, Dinklage tiene puesta una gorrita tejida a rayas azules y marrones sobre el pelo medio rubio enmarañado, que parece de surfer, y un par de anteojos negros de aviador ocultan sus ojos celestes. Pasa gente que corre sola, grupos de chicas de la universidad, madres con hijos y una mujer con un gato en un carrito, y nadie se detiene a mirarlo. Por un momento, todo está en paz: se escucha el canto de los pajaritos que viene de algún lugar del cielo casi completamente despejado.
Una mujer madura con pantalones de gimnasia que le llegan a las pantorrillas pasa caminando a buena velocidad y, de pronto, se para en seco, vuelve atrás y exclama: "¡Te ví en Game of Thrones !". Tiene una riñonera violeta en la cintura que hace juego con su esmalte de uñas, y lleva una botellita de agua en la mano. "Sos un buen actor, de verdad. Cuando le cuente a mi hijo que te conocí no lo va a poder creer. Porque cuando te vi, pensé: «Por Dios, es él, es él». Entonces. ¿filman acá, o dónde?." "En Irlanda", dice Dinklage, con su voz de barítono entrenada para el escenario, apoyándose en un banco de madera y piedra, demasiado cool para el entorno campestre que lo circunda: tiene puesto uno de sus buzos con capucha de James Perse ("básicamente, como y me visto como un chico de quinto grado. Me gustan los sándwiches, los cereales y los buzos con capucha") combinado con unos pantalones a rayas azules de John Varvatos cuyos botones deshilachados hacen pensar en un violento trabajo de sastrería, probablemente llevado a cabo con una tijera, además de las botas gastadas al estilo Bruce Springsteen que le gusta usar. "También filmamos en Croacia e Islandia", sigue él.
"Cuando la gente se la pasa recordándote que sos enano, o te quedás en un rincón o lo mostrás con orgullo, como una armadura."
¿No era Sex and the City , no?" "No, ésa es Sarah Jessica Parker", dice Dinklage. "Nos confunden todo el tiempo." "No", dice ella, "te vi en Elf. Es mi película preferida. Cuando te subís a la mesa. la vi un montón de veces". "Es un clásico navideño", dice Dinklage. "¿Entonces vivís por acá o qué?." "Sí, debajo de ese puente", dice Dinklage sin pestañear, muy serio. "En una cueva. De hecho, no podés pasar. Tenés que resolver una adivinanza. Yo te digo una adivinanza y si adivinás podés pasar." "Ah, bueno", dice ella, pestañeando tras sus lentes de sol. "En fin, mucho gusto."
A sus 42 años, Dinklage parece estar más cómodo consigo mismo que la mayoría de los mortales, sin importar su forma o su tamaño: más que caminar, se pavonea. "Realmente es muy auténtico. Y es sumamente seguro de sí mismo", dice Lena Headey, que interpreta a su hermana, la malvada reina Cersei Lannister, en Game of Thrones , y que lo conoce desde 2006, cuando se hicieron amigos en un fracasado episodio piloto de Ultra (ella interpretaba a una superheroína él era su mentor, una especie de Profesor Xavier). Pero mientras tomamos una pinta de Guinness en una parrilla de New Paltz (lugar que eligió él, a pesar de ser vegetariano desde la secundaria), Dinklage dice que es una pose. "Toda jactancia es defensiva", dice. "Cuando la gente se la pasa recordándote quién sos -no es algo que tenga que ver con la fama: por mi tamaño, me pasaba todo el tiempo cuando era chico- o te quedás acurrucado en un rincón o lo mostrás con orgullo, como si fuera una armadura. Podés dar vuelta la situación y usarla a tu favor antes de que la usen en tu contra."
Un vástago marginado
Con toda seguridad no es algo deliberado, pero Dinklage está prácticamente citando el evangelio de Tyrion Lannister, su personaje en Game of Thrones (ganó un Emmy y un Golden Globe), un libertino maquiavélico que, sin embargo, esconde un corazón bondadoso: "Nunca te olvides de quién sos", dijo la temporada pasada. "El resto del mundo no se va a olvidar jamás. Usalo como una armadura, para que no puedan usarlo para lastimarte." Para ser un programa de televisión pago por cable que tiene lugar en un mundo imaginario de caballeros y magos, que exige que uno conozca los estandartes y los árboles genealógicos de un sinfín de casas reales ficticias, Game of Thrones ha logrado un éxito impensado, acaparando la atención de más de cuatro millones de televidentes cada semana sólo en Estados Unidos. El propio Dinklage no entiende muy bien por qué Game of Thrones se convirtió en semejante fenómeno: "No podría explicar por qué el programa gusta tanto", dice. "La guerra de las galaxias o El señor de los anillos están basadas en los grandes mitos, toda la cosa de Joseph Campbell, el bien contra el mal. Nuestro programa es mucho más ambiguo. Es más bien la antítesis de eso, cosas que no son ni blancas ni negras."Como la mayoría de los personajes, Tyrion encarna esa ambivalencia moral, el vástago semimarginado de una familia rica e intrigante, que tiene debilidad por "los bastardos, los tullidos y las cosas rotas". También le tocan los mejores diálogos. "Tyrion es el payaso de la clase", dice George R. R. Martin, el autor de la serie de libros en los que está inspirado el programa. "Por su ingenio, lo aceptan tanto los matones como los deportistas; eso pasa con los otros personajes dominantes que lo rodean."
Dinklage también hacía una rutina al ritmo de "Send in the Clowns": "Me ponía una especie de peluca, pero no me vestía de payaso; desde chico había aprendido a no humillarme", cuenta. "Me subía al triciclo y pasábamos la canción completa, y mi número consistía en andar en triciclo, caerme, volver a subirme y volver a caerme, ante la mirada de todos estos viejos. Ahora que lo pienso, es una imagen muy triste, un enanito de 6 años que se cae de un triciclo una y otra vez. Pero a cualquier actor le podés preguntar si tiene anécdotas así. No sé si Robert De Niro habrá hecho espectáculos de títeres en su sótano, pero seguro que algo hizo."
Cuando era chico, Dinklage debió someterse a una serie de operaciones en los huesos, "una intervención común" para prevenir complicaciones derivadas de la acondroplasia, la enfermedad genética que causa su enanismo. "No todos los enanos se operan; pero si no te operás, después te puede joder mucho. Te puede provocar escoliosis, hacer que se te tuerzan las piernas y causarte problemas para caminar." Su padre, vendedor, y su madre, maestra de música, no hablaban mucho de su estatura: "Si se hiciera una película de nuestras vidas, habría una conversación por escena. Pero no, jamás. La vida no es así. Nadie habla de nada. Creo que, si no, me acordaría o les habría dicho: «Qué asco, salgan de acá»".
¿Le explicaron su enfermedad desde chico? Sacude la cabeza. "¿Qué querías que me explicaran? No había nada que explicar. Es como explicar por qué tenés manos. Te criaste con eso, forma parte de tu identidad, no es algo que suceda de pronto, como una enfermedad, una lesión repentina, o algo así. Es parte de tu fisonomía." Hace una pausa. "Pero me acuerdo de que me vi en una obra de la escuela en video", dice, "en los comienzos del vhs, y pensé: «Uh, soy mucho más bajo que el resto de los chicos». Eso me puso un poco triste".
Sus inicios, darse cuenta de la diferencia
En el colegio católico de varones al que fue, siguió haciendo teatro y actuando en público; las obras eran un refugio en una institución en la que no encajaba: "Era un chico taciturno que fumaba y que se vestía siempre de negro, y fui a una escuela a la que iban jugadores de lacrosse y chicos con chombas". No tiene que decir demasiado sobre su adolescencia para que quede claro que no la pasó del todo bien: dice que algunos chicos deportistas le daban pavor, y que "no ser muy popular" le dejó algunas heridas psicológicas que tardaron en cerrarse. "Ahora me deprimí", dice, medio en broma, después de hablar un par de minutos al respecto."¿Podemos hablar de Cantando bajo la lluvia o algo así?." En primer año, un profesor que reconoció su talento decidió mostrarlo en una obra irlandesa llamada Sharon's Grave: "Fue la primera vez que hice un papel escrito para alguien de mi tamaño", recuerda. "Era un personaje muy desgraciado que iba a todos lados sobre los hombros de su hermano mayor un poco lerdo. Ahí dije: «Wow, hay cosas para hacer. No es sólo Gilbert and Sullivan, hay papeles para mí»."
Dinklage hizo la universidad en Bennington College, donde estudió teatro. Ahí la pasaba mejor, pero empezó a tener ataques de pánico. Era demasiado orgulloso como para buscar ayuda al respecto, pero finalmente los ataques pasaron. "Tendría que haber hecho terapia", dice. Sin embargo, sus años universitarios fueron fructíferos: "Fumaba mucho porro, me acostaba a dormir muy tarde, hacía muchas obras, escuchaba un montón a los Pixies y a Dinosaur Jr.".
Este año pronunciará el discurso de apertura de su antigua universidad. "De Bennington salen algunos de los mejores novelistas de la actualidad", dice con una sonrisa. "¡Pero yo hago un programa de televisión! Así que me quieren a mí." Dinklage esta al volante de su Volvo, surcando una ruta arbolada en las afueras de New Paltz. Su iPod, impresionantemente bien surtido, está conectado al estéreo en modo aleatorio y empieza a sonar un exuberante tema synth-pop de la banda de sonido de Drive , el excelente film noir del año pasado en el que Ryan Gosling usaba unos guantes muy cancheros para manejar y se fugaba en auto. Dinklage sonríe. "A veces pongo la banda de sonido y hago de cuenta que soy Ryan Gosling en esa película", dice. "Pero, en vez de Los Angeles, es el norte del estado de Nueva York, así que no funciona tan bien."
Mira el interior del auto: el asiento de bebé atrás, el voluminoso atlas de Nueva York atorado entre los dos asientos delanteros (no cree en el gps: "No quiero que el sistema sepa adónde voy"). "Eso es igual a Drive ", dice. Son las primeras horas de la tarde, y un micro amarillo delante de nosotros se detiene para que bajen unos chicos. "Ese micro escolar de mierda, que me hace parar cuando estoy escuchando la banda de sonido de Drive ", dice Dinklage, con una indignación bien actuada. Se dirige a un negocio de Lowe's, donde piensa comprar una motosierra para cortar algunas ramas rebeldes que tiene en su terreno. "¿Es muy bizarro que me compre una motosierra? ¿A vos te daría miedo? Sabés qué, el personaje de Ryan Gosling en Drive no habría preguntado nada.
Habría ido directamente a comprarse una motosierra como si no fuera nada especial, como si lo hiciera todos los días. "Buen mozo y de cejas tupidas, Dinklage tiene fama de ser un rompecorazones, algo a lo que debió responder hace años: durante la promoción de la película que lo hizo conocido, el extraño film independiente Vías cruzadas, el tema surgió con mucha frecuencia. "Yo hacía lo mismo que hacían mis amigos: salía, tomaba un par de cervezas, hablaba con un par de chicas, la pasaba bien. Tenía amigos que hacían lo mismo y además se la pasaban cogiendo. No era mi caso, pero por algún motivo la gente pensaba que yo era un Don Juan; supongo que debe haber tenido que ver con mi tamaño y todo eso. Fue una linda ironía. Yo pensaba: «¿Qué onda, ahora soy de esos tipos que hacen orgías?»." De hecho, confiesa: "Estaba un poco conflictuado socialmente, tenía problemas de autoestima". ¿Cuándo cambiaron las cosas? "Cuando sos más grande te sentís más cómodo. A las mujeres les gusta la confianza y el sentido del humor. Siempre fui capaz de hacerlas reír, y eso ayuda muchísimo. En términos generales, las mujeres suelen ser menos superficiales que los varones. Pueden serlo, pero les cuesta menos que a los hombres ir más allá de lo superficial."
Por otra parte, puede que él mismo le esté dando otra vuelta de tuerca a la ironía: "Peter es tremendamente seductor, el seductor más exitoso que conocí en mi vida", dice Headey. "Literalmente vamos caminando por la calle y la gente le dice: «Hola, Pete». Y yo le digo: «¿Cuándo los conociste? ¿Qué anduviste haciendo?»." Y David Benioff, uno de los creadores de Game of Thrones , recuerda que conoció a Dinklage en una cena hace unos años: "Miré alrededor en la mesa y me di cuenta de que todas las mujeres, incluyendo a mi esposa, estaban pendientes de cada cosa que decía, fascinadas".
La mujer de Dinklage, no hace falta decirlo, es plenamente consciente de su atractivo. "Ultimamente las chicas se le tiran encima", dice Schmidt. "Sin embargo, lo frustrante es que Pete es un tipo sumamente buen mozo, encantador y divertido, pero cuando sale en una revista o algo la gente se pregunta: «¿No es loco que mida un metro treinta y cinco y sin embargo sea sexy?». Pete es así. Y mejor que el mundo se acostumbre."
Peter y su esposa |
Cuando Dinklage empezó su carrera, tras terminar la universidad y mudarse a un departamento pelado en Williamsburg, Brooklyn, antes de que el barrio se pusiera de moda, ni él ni nadie podrían haber imaginado que lo perseguirían amor a medida Con su esposa, Erica Schmidt, tuvo una hija en febrero. "Es hermosa. ¿Quién será el padre?", bromea Dinklage.
Tanto para protagonizar un programa de televisión de alto presupuesto. "Quería hacer obras de Beckett en establos y cosas así", dice una mañana mientras mastica un sándwich de ensalada de huevo. "No quería hacer televisión. No tenía televisor. ¿Televisión? ¡Mátenme! ¿Qué hay en televisión? Era tremendamente esnob. En esa época, HBO pasaba repeticiones de The Beastmaster. HBO no existía realmente." En 1995 hizo un papel chiquito pero inolvidable e hilarante en la película independiente Living in Oblivion, en el que se queja acerca de lo estúpido que resulta que sin motivo aparente aparezcan enanos en las secuencias psicodélicas de las películas. Después de ese papel, nunca pudo lograr concertar una reunión con un agente, y mucho menos que uno aceptara representarlo.
Dinklage tenía casi una alergia física a los zapatos puntiagudos, a las barbas falsas, a representar cualquier papel relacionado con la magia o con lo sobrenatural. "Siempre me pregunto por qué a los libros fantásticos, especialmente infantiles, les fascina tanto la idea de que las personas de mi tamaño sean criaturas fantásticas.
Cuando era chico, pensaba: «¿En serio?» Eso me obsesionaba. Capaz que Tolkien y toda esa gente nunca conoció a nadie de mi tamaño. Y en caso contrario, si hubieran sido amigos de un enano, tal vez no habrían escrito de esa manera." Suspira y pasea su mirada por la deprimente cafetería en la que estamos desayunando.
Peter como Trumpkin en "Las Crónicas de Narnia: eL Príncipe Caspian" |
¿Personajes míticos o humanos?
"Sí, podemos hacer hechizos mágicos, pero no le cuentes a nadie. Olvidate de la moza, yo te lleno el vaso de Coca-Cola por arte de magia." Además de hacer obras de teatro y televisión, Dinklage ha actuado en más de treinta películas, trabajando de manera sostenida durante más de una década. Acepta gustosamente interpretar papeles que hagan referencia a su estatura (como el autor de libros infantiles en Elf ), pero sin aprovecharse de ella. Y siente especial orgullo por papeles como los que interpretó tanto en la versión estadounidense como en la británica de Muerte en un funeral, que no fueron escritos para alguien de su estatura.Le gustaría que otros actores de su estatura se pusieran a reflexionar sobre las implicancias de representar ciertos papeles, particularmente aquellos con nombres como Tontín o Dormilón. "Creo que la gente de mi tamaño tiene la responsabilidad de ponerse un poco más firme en lo que hace. Porque si uno acepta hacer estos papeles, la cosa sigue igual. Tengo un amigo que hizo una película, y después dijo: «¿Por qué hice esto?». Si te fijás, el aviso está arriba de los taxis de Nueva York, y ahí están los siete enanitos.
¿Me estás cargando? ¿ Blancanieves ? Dejate de joder. No sé. No lo podría hacer. Tengo que interpretar a una persona. No puedo interpretar un adjetivo. ¿O son adverbios? ¿Son adverbios o adjetivos?." Cedió, una vez, en Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian, donde interpretó a una criaturita mágica con, sí, escucharon bien, zapatos puntiagudos y barba falsa. Sabe que a los veintipico habría sentido asco de sí mismo. "Me habría re bardeado. Pero a la mierda con eso." Ahora le habla directamente a la persona que era a esa edad: "«Andá a disfrutar de tu cena de macarrones con queso. Y mirá debajo del horno: sí, eso es una rata. Me tengo que tomar un avión. Tengo pasajes de primera clase. Te veo después». Eso es lo que le diría a ese esnob".
Dinklage ganó un Golden Globe por su personaje en Game of Thrones. Hoy es una de las personas más famosas del mundo.
A algunos fans de los libros les preocupaba algo respecto de que Dinklage interpretara a Tyrion: era demasiado buen mozo para interpretar a un personaje que Martin claramente había descrito como poco atractivo. (Además, es demasiado alto, como señala el mismo Martin.) "Eso muestra lo mucho que hemos progresado", dice Dinklage. "Que la gente pueda decir eso es muy amable. Si hubiera nacido hace cuatrocientos años en vez de ahora, no tendría la vida que tengo. Había estos circos de engendros y una discriminación horrorosa. Fuimos los primeros a quienes mataron los nazis: los deformes y todo eso. Así que, el hecho de que la gente pueda decir eso, es una buena señal de los tiempos que corren."
"Capaz que hace veinte años habría ido a todos esos programas y me habría puesto a despotricar", dice Dinklage. "Pero ahora estoy un poco más en paz con las cosas e hice lo que quería hacer y dije lo que quería decir. Tengo un amigo que dice que al mundo no le hace falta más enanos resentidos." Más allá de ese momento, Dinklage no se siente necesariamente responsable por otras personas de su tamaño. "Lo único que quiero es trabajar", dice. Pero asiente cuando le digo que Eddie Murphy logró un cambio en la conciencia racial de la gente con tan sólo interpretar papeles originalmente concebidos para actores blancos. A Dinklage no le molestaría conseguir un logro similar, valiéndose únicamente de su trabajo para provocar el cambio: "La idea es llegar a un punto en que ya no sea necesaria la bajada de línea". Antes, mientras caminábamos a la vera del Hudson, le dije que Tyrion se había convertido en un personaje heroico en Game of Thrones, y Dinklage me puso mala cara: la idea parecía contraria a la ambigüedad moral que evita que el programa se convierta en El señor de los anillos
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Pero ahora, sentado al sol en una mesa de picnic adosada a un excelente puesto de burritos cerca de Bard College, Dinklage cambia de opinión. "Creo que es un héroe callado", dice entre bocado y bocado, permitiéndose sonreír frente a la idea. Y la completa: "Eso me gusta".
Por Brian Hiatt
Fuente: RollingStone.com.ar
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