martes, 19 de mayo de 2015

Sexismo Normalizado

Hoy quiero hablar de un tema que me ha estado molestando por años, pero que no he encontrado cómo tratar o ejemplificar.

Es el sexismo normalizado, aquellas acciones sexistas que se representaban todos los días entre hombres y mujeres. En esta entrada, sin embargo, sólo hablaré de aquellas que afectan a las mujeres, y que en comparación con los hombres, las mujeres las sufren sólo por el hecho de ser mujeres.

Estaba viendo ahora mismo una película, "The Jacket", donde un soldado en Iraq (1991) es baleado en la cabeza y supuestamente muere por unas horas. Aún no acabo la película, así que no sé si realmente murió o no, si es una de esas pelis en que hay personajes inmortales o algo.

Bueno, el caso es que en una escena el personaje va caminando por la carretera, en la nieve. La escena se ve casi en blanco y negro a causa de la luminosidad de la nieve, que apaga todos los colores a su alrededor, y de manera casual, muy muy casual se muestra cómo alguien lo recoge y lo lleva en auto.

El conductor le dice al soldado que va a Canadá, que podría llevarlo a la frontera y el soldado sube sin titubear.

Las primeras líneas intercambiadas entre ellos cuando el auto para en la carretera ante el dedeo del soldado, son "¿Qué tal?" y el conductor responde "Bien, hombre". El soldado pregunta: "¿A dónde vas?" y entonces el otro le responde a Canadá. Directo, simple, y se arreglan de inmediato.



Imaginen la misma situación si el soldado hubiera sido una mujer. Imaginen al conductor. ¿Una mujer haría, en primer lugar dedo en la carretera, estando sola, además? No lo creo. ¿Confiaría en un hombre cualquiera que va conduciendo por una carretera por donde apenas pasan autos? No lo creo. O sea, es el escenario para el crimen perfecto. El tipo podría violarla y matarla para evitar ser denunciado. Porque no podría dejarla viva. Si la mujer ve de casualidad la patente del auto, la policía no tendría muchos problemas en encontrarlo y meterlo a la carcel. Así que no, hay que matar a la mina o sino el tipo va a la carcel.

Y si no hay riesgo de violación, podría haber acoso sexual de todos modos. A las mujeres se nos repite desde chica todo lo que nos puede pasar si hacemos una cosa, esta otra cosa y esta otra otra cosa. Vivimos con una caparazón encima, y a veces no podemos pedir ayuda en situaciones así, por el bien de mantenernos vivas y sanas mentalmente.

(x)
Otro caso de esta vulnerabilidad que sufrimos las mujeres la vi en esta mini-serie llamada . La vi hace años, y trata sobre una mujer de familia rica que se enamora de su sirvienta. Cuando la vi otra vez hace poco, hace como una semana, una escena en particular se me quedó en el disco duro.
"Fingersmith"

La protagonista, Maud, escapa de la casa donde la tienen retenida. Ella se ha casado y escapado con un hombre para poder cobrar la herencia de su tío. Sin embargo, ella se ha enamorado de la sirvienta que Rivers, el hombre con el que escapa, le ha puesto para convencerla de casarse con él, supuestamente. El caso es que el plan de Rivers cambia después, al ver lo limitada que es la vida de Maud dentro de esa casa. Es así como decide dejar a la sirvienta en un manicomio bajo el nombre de Maud, para que el tío crea que Maud había ido a parar al manicomio y lo había dejado finalmente en paz, ya que Maud en la casa era básicamente un estorbo con el que el tío lidiaba. La mantenía encerrada sin conocer a caballero alguno para que no se casara y la herencia que le correspondía a ella quedase consigo.

Cuando Rivers lleva a Maud a la casa de su familia, ellos la retienen, así que Maud escapa. Caminando por las calles en medio de la noche, le pide ayuda a un hombre rico que va en un carruaje. Ella es de cuna rica, así que probablemente vio posible que hubiera uan conección entre su familia y este hombre, para así poder volver a salvo a la casa de su tío. El hombre la ayuda y deja que suba a su carruaje, y el carruaje parte.

Y esto es lo que sucede a continuación:

Hombre: oh, querida, sólo mírate (le sube el vestido para mirar sus zapatos). Con esos pies tan bonitos y los tobillos destrozados (le sigue toqueteando las piernas sobre y bajo el vestido)
Maud: ¡Déjeme ir!
Hombre: No, no.
Maud: ¡Socorro!
Hombre: ¡No seas tonta! (agarrándola para que no se mueva)
Maud: ¡Socorro!
El hombre le tapa la boca con fuerza (es un hombre viejo, pero aún tiene fuerza)
Hombre: sólo estoy tratando de...
Maud lo muerde y logra bajar del carruaje.
Hombre: ¡Zorra estúpida! Sólo intentaba ayudarte.

El hombre no tardó mucho en acosarla, y aunque esta puede ser una deducción nomás, tampoco tardó en asumir que Maud era una prostituta. La llama zorra y todo. Aunque llamarla zorra podría ser lo que hacen actualmente de hecho los hombres al llamarnos Putas si no les decimos que sí a todo, si somos pesadas con ellos, etc.

Pero esto no para allí. En breve hay otra escena donde pasa otra situación en que Maud se ve perdida de nuevo sólo por su condición de mujer. Mujer joven y bonita, además.

El tío de Maud se dedica a comprar libros eróticos para la entretención de hombres ricos, que van a casa a escuchar lecturas que Maud misma hace. La única calle que Maud conoce de Londres (ella vive en las afueras de Londres, en una casona grande) es aquella donde está la librería donde se venden los libros que su tío compra. El hombre que atiende la librería es conocido de Maud. Probablemente va a la casa a veces, así que Maud confía en él.

Cuando entra a la librería, va directo al despacho de este hombre, el señor Hawtry.

Sr. Hawtry: ¡Maud!
Maud: Por favor, ayúdeme.
Sr. Hawtry: ¿Qué hace aquí?
Maud: usted siempre decía... (que me ayudaría siempre que yo lo necesitara)
Sr. Hawtry: Eso fue en Briar, antes de que ocurriera nada. No debería haber venido (Maud se sienta, está cansada). Ha cruzado la tienda. ¿La policía la vio?
Maud: no me desmayaré, se lo prometo.
Sr. Hawtry: Sus pies, oh dios mío.


Sr. Hawtry: ¿Rivers no le compra zapatos?
Maud: Para que no huya.
Sr. Hawtry: No puede huir de su marido.
Maud: Hay alguien a quien le ha hecho una fechoría. Debo salvarla. Si pudiera quedarme en su casa...
Sr. Hawtry: ¿En mi casa? (visiblemente alterado) Eso es imposible, mi querida. Tengo esposa e hijos.
(Pausa, Maud se da cuenta de lo que eso significa. Escandalo social. La gente podría pensar que el Sr. Hawtry tiene algo con ella, una relación extramarital)
Maud: Entiendo.

Maud luce frustrada, y en su desesperación empieza a revisar las hojas impresas que el Sr. Hawtry está haciendo, y señala todos los errores de uso de letras que hay en esta. Entonces le dice al Sr. Hawtry que podría trabajar para él allí en la imprenta. Ella misma ha trabajado escribiendo manuscritos para su tío en Briars así que tiene mucha experiencia, pero aún así, el Sr. Hawtry sólo le da una respuesta inmediata:

Sr. Hawtry: Imposible.

Luego Maud le dice al Sr. Hawtry que él podría buscarle una pieza de hotel donde quedarse, y él sigue negándose:

Sr. Hawtry: Está fuera de discusión.

Aquí vemos cómo el riesgo al escandalo social, el riesgo a ser vinculado a otra mujer, una joven y hermosa mujer mientras el hombre está casado y con hijos, provoca que el Sr. Hawtry no le preste ningún tipo de ayuda a Maud, por muy mínima que sea. Su condición de mujer grita "Sexo, pecado", eso es todo lo que la gente vería si viera a Maud vinculada de cualquier manera con el Sr. Hawtry.

En una situación en que Maud fuera un hombre, sin embargo, el desarrollo de la conversación con este señor sería muy  diferente. Imagínense una versión donde Maud, como hombre, se hubiera escapado con una mujer de menor clase. Su tío se habría enojado igual, por supuesto, pero el diálogo sería muy diferente entre ella como hombre y el Sr. Hawtry.

Maud: ¡Por favor ayúdeme!
Sr. Hawtry: ¿Qué hace aquí?
Maud: usted siempre decía que podría ayudarme.
Sr. Hawtry: Eso fue en Briar, antes de que ocurriera nada. No debería haber venido (Maud se sienta, está cansada). Ha cruzado la tienda. ¿La policía lo vio?
Maud: No.
El Sr. Hawtry ve los zapatos gastados de Maud. Probablemente no comentaría nada en este caso.
Sr. Hawtry: ¿Ha huido de su mujer?
Maud: Hay alguien a quien le ha hecho una fechoría. Debo salvarlo. Si pudiera quedarme en su casa...
Sr. Hawtry: ¿En mi casa? (visiblemente alterado) Eso es imposible. Soy amigo de su tío, ¿Qué diría él si le alojara en mi casa después de que ha huido de la suya sin su autorización?
Maud: Entiendo.

Luego Maud mostraría sus habilidades en la imprenta. Creo que en este caso, el Sr. Hawtry quizá aceptaría. Hay un límite en la lealtad para con el tío de Maud. Sin embargo, también podría negarse, y lo que quedaría para la versión hombre de Maud sería pedirle ayuda para buscar una habitación de hotel. En este caso el Sr. Hawtry sí aceptaría. No habría nada de raro en un caballero mayor el buscarle a un joven inexperto que nunca ha venido a Londres una habitación de hotel.

Sin embargo, tenemos que señalar lo obvio. Probablemente Maud, como hombre, ni siquiera habría venido donde el Sr. Hawtry a pedirle ayuda. Probablemente habría ido directo a un hotel a pedir alojo. Los hombres no piden ayuda a menudo por miedo a ser vistos débiles. Por otro lado, si piden ayuda a otro hombre, este no los acosará, no les pedirá nada a cambio (su cuerpo, por ejemplo), no pensará que podría haber un escandalo social y perder su reputación si ayuda a un joven. No sucedería ninguna de esas cosas. A Maud se le prestaría ayuda inmediatamente, especialmente siendo alguien con tantos medios. Con el objetivo de conseguir el favor de un hombre rico a cambio, estas personas ayudarían a Maud.

Por otro lado, Maud siendo hombre, quizá no habría tenido que armar todo este show para conseguir el pago de su herencia. Su tío al ser Maud hombre quizá lo habría tenido en mejor consideración y lo habría usado como medio para agrandar su fortuna. Después de todo, cuando un hombre de buena familia se casa con una mujer en ese tiempo, la fortuna queda en la familia, mientras que si la mujer de buena familia se casa con otro hombre, la herencia o dote o lo que sea se va con la familia del novio, así que la familia de ella pierde dinero.

Maud como hombre no habría tenido que escapar de casa, no habría tenido que casarse con alguien que no desea. Sin embargo, sí que habría tenido que casarse con una mujer sí o sí. No habría podido quedarse soltero porque eso levantaría sospechas. Aunque como hombre rico tendría más poder en sus manos, así que quizá sí podría haberse quedado soltero. Sin embargo, nunca habría conocido a Sue, la sirvienta que Rivers trajo a su casa para llevar a cabo el plan, y nunca se habría enamorado de ella. Sin embargo, al contrario de la Maud mujer, el Maud hombre tendría más libertad para ver a otras personas y se habría dado cuenta de que es homosexual. La Maud mujer nunca tuvo contacto con otras mujeres además de algunas sirvientas de la casa, y no era tan cercana con ellas, así que nunca se dio real cuenta de que le gustaban las mujeres.

Maud y Sue

En cualquiera caso, la versión masculina de Maud estaría en ventaja para vivir a mayor plenitud. La Maud mujer, como vemos en la mini-serie, permanece retenida hasta que el destino le trae al señor Rivers, un ladronzuelo más. De cualquiera manera, la historia que pudiera haber tenido Maud como hombre habría sido totalmente diferente de la que tuvo como mujer.

Su condición de mujer la convierte a lo largo de la historia en un blanco al que apuntar y también en una amenaza para los hombres respetables. No puede valerse por sí misma porque no puede trabajar, no puede pedir una habitación de hotel por sí sola, no puede pedir ayuda a conocidos porque podría causar un escandalo, no puede pedir ayuda a un hombre en un carruaje en medio de la noche, no puede hacer absolutamente nada porque es una mujer.



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