viernes, 22 de julio de 2016
Hoy sentí una emoción
El título suena infinitamente retardado. Es como cuando uno dice "Hoy hice algo", "Hoy comí una comida"...
La cosa es que hace un tiempo postée una entrada llamada Al fin me he zombificado. Estoy muy orgullosa de mí en la que contaba que finalmente dejé de sentir, básicamente. Ya no siento nada, y creo que además me he ayudado escuchando música que básicamente no te hace sentir mucho además de una gran indiferencia y ganas de bailar indiferentes que llegan a ser placenteras de lo poco que te conectan con tu cuerpo, en realidad. La música emocional, que te hace, ya saben, sentir escalofríos o... llorar, de hecho, es la música que solía escuchar antes, pero dejé de escucharla porque, ya saben, es peligrosa. Te hace sentir emociones, y cuando uno siente emociones las cosas empiezan a importarte, a AFECTARTE, como las noticias en la televisión, el hecho de que un 1% de la población sea el dueño de todo, el hecho de que la gente pase hambre, el hecho de que esté en un trabajo -profesora- en el que básicamente lo que hago es forzar conocimiento en la cabecita de estudiantes, conocimiento que no les interesa y que sé que no tendrían porqué aprender si no es así, a menos que fuera un conocimiento que realmente les sirva, como capacidad crítica, como aprender a cultivar, contabilidad para que no te hagan tonto, capacidad de cuestionamiento político para que los gobernantes de mierda no les metan el pico en el ojo como sabemos han estado haciendo con nosotros sin detenerse desde que empezó la dictadura chilena... ups, verdad que se supone que se acabó en 1990 -o 1989?- .
Cuando escuchas música, como "The Hanging Tree" -del soundtrack de LOS JUEGOS DEL HAMBRE- que escuché hoy por error, empiezas a sentir cosas, a sentir emociones, a tener esos cosquilleos conocidos en la piel, a tener lo que se llama orgasmos musicales. Por ejemplo, cuando fui a ver a TOKIO HOTEL a concierto en Santiago, como el 2009 o 2010, la primera canción para mí fue puro lloriqueo. El sólo hecho de estar ahí me estaba emocionando, y cuando cantaron "Phantomrider", peor, me emocioné muchísimo. O sea, esa canción hizo que me gustarAn. Pero la cosa es esa, la música te hace sentir cosas, pero como he decidido zombificarme, no debo recibir estimulación emocional. Y sigo en ello a pesar de este corte comercial que tuve por culpa de "Hanging Tree" con ese video sobre protestas que vi con la puta canción de fondo, gracias en parte a que he cuidado inconcientemente escuchar música de mucha calidad pero que no te hace sentir nada.
Hay mucho de eso en el mercado underground especialmente. Música para no sentir nada, para anestesiarte, Pero
"The Hanging Tree", escucharlo en ese video sobre protestas del 2014 fue... un error que no puedo cometer de nuevo. Por unos minutos sentí emociones, ajaja -sigue sonando estúpido en mi cabeza "sentí una emoción"- , y lloré mientras veía el puto video. Lloré. Hace meses que no lloro por algo audiovisual. De hecho, hace meses que no lloro, sencillamente. Cosas me pueden hacer sentir pena, obvio, pero muy racionalmente. No se me estruja el corazón y lloro como antes hacía. No.
No siento nada. E incluso después de llorar con el video, volví al estado anterior de sentir nada.
Soy un zombie. Y menos mal, porque sino sería como esa gente a la que le importan las cosas que pasan y hacen algo al respecto aunque no sirva de nada. Sería como una de esas personas que son asesinadas por tratar de protestar...
Este es el video:
Y esta imagen al respecto de gente que... bueno, es asesinada por luchar. Según lo que dice la imagen, claro, yo estoy muerta.
Lo estoy.
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La cosa es que hace un tiempo postée una entrada llamada Al fin me he zombificado. Estoy muy orgullosa de mí en la que contaba que finalmente dejé de sentir, básicamente. Ya no siento nada, y creo que además me he ayudado escuchando música que básicamente no te hace sentir mucho además de una gran indiferencia y ganas de bailar indiferentes que llegan a ser placenteras de lo poco que te conectan con tu cuerpo, en realidad. La música emocional, que te hace, ya saben, sentir escalofríos o... llorar, de hecho, es la música que solía escuchar antes, pero dejé de escucharla porque, ya saben, es peligrosa. Te hace sentir emociones, y cuando uno siente emociones las cosas empiezan a importarte, a AFECTARTE, como las noticias en la televisión, el hecho de que un 1% de la población sea el dueño de todo, el hecho de que la gente pase hambre, el hecho de que esté en un trabajo -profesora- en el que básicamente lo que hago es forzar conocimiento en la cabecita de estudiantes, conocimiento que no les interesa y que sé que no tendrían porqué aprender si no es así, a menos que fuera un conocimiento que realmente les sirva, como capacidad crítica, como aprender a cultivar, contabilidad para que no te hagan tonto, capacidad de cuestionamiento político para que los gobernantes de mierda no les metan el pico en el ojo como sabemos han estado haciendo con nosotros sin detenerse desde que empezó la dictadura chilena... ups, verdad que se supone que se acabó en 1990 -o 1989?- .
Cuando escuchas música, como "The Hanging Tree" -del soundtrack de LOS JUEGOS DEL HAMBRE- que escuché hoy por error, empiezas a sentir cosas, a sentir emociones, a tener esos cosquilleos conocidos en la piel, a tener lo que se llama orgasmos musicales. Por ejemplo, cuando fui a ver a TOKIO HOTEL a concierto en Santiago, como el 2009 o 2010, la primera canción para mí fue puro lloriqueo. El sólo hecho de estar ahí me estaba emocionando, y cuando cantaron "Phantomrider", peor, me emocioné muchísimo. O sea, esa canción hizo que me gustarAn. Pero la cosa es esa, la música te hace sentir cosas, pero como he decidido zombificarme, no debo recibir estimulación emocional. Y sigo en ello a pesar de este corte comercial que tuve por culpa de "Hanging Tree" con ese video sobre protestas que vi con la puta canción de fondo, gracias en parte a que he cuidado inconcientemente escuchar música de mucha calidad pero que no te hace sentir nada.
Hay mucho de eso en el mercado underground especialmente. Música para no sentir nada, para anestesiarte, Pero
"The Hanging Tree", escucharlo en ese video sobre protestas del 2014 fue... un error que no puedo cometer de nuevo. Por unos minutos sentí emociones, ajaja -sigue sonando estúpido en mi cabeza "sentí una emoción"- , y lloré mientras veía el puto video. Lloré. Hace meses que no lloro por algo audiovisual. De hecho, hace meses que no lloro, sencillamente. Cosas me pueden hacer sentir pena, obvio, pero muy racionalmente. No se me estruja el corazón y lloro como antes hacía. No.
No siento nada. E incluso después de llorar con el video, volví al estado anterior de sentir nada.
Soy un zombie. Y menos mal, porque sino sería como esa gente a la que le importan las cosas que pasan y hacen algo al respecto aunque no sirva de nada. Sería como una de esas personas que son asesinadas por tratar de protestar...
Este es el video:
"Nuestras vidas empiezan a terminar el día que nos silenciamos ante cosas que importan" |
Lo estoy.
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jueves, 14 de julio de 2016
Lugres Transitorios
Me gustan los lugares transitorios. Me he dado cuenta de que cuando voy paseando y me detengo en lugares, como un parque, un Café -OK, hace raaato que no piso un Café a sentarme a tomar un café, pero... ya saben- , un paradero, esto me llena de una libertad que no conozco en lugares familiares como mi casa o el trabajo. Y creo que es porque en casa uno siente que tiene que hacer cosas, cumplir con procesos, cumplir con acciones. Levantarse, desayunar, almorzar, limpiar, tomar once, y todo esto con interrupciones cada cinco minutos de las personas con las que vives. Es decir, aunque no te interrumpan por... no sé, veinte minutos, para preguntarte si hiciste esto o aquello -que siempre ya lo has hecho, pero te preguntan por si acaso porque no confían en que lo hayas hecho- , en esos veinte minutos no puedes concentrarte, porque siempre estás en la expectativa de que te pregunten algo.
Esto no pasaría si fuera un hombre, claro. La gente no tiende a interrumpir a un hombre que está en una tarea en que se lo ve concentrado o inmerso. Se da por hecho que está haciendo algo importante. Además la sociedad no le obliga a atender a otros. La mujer en cambio, tiene que hacer miles de cosas porque históricamente somos las sirvientas de todo el mundo.
Los lugares transitorios me permiten no ser interrumpida, porque nadie -idealmente- me conoce alrededor. En un paradero, en otra ciudad, como hoy que fui a Los Andes a ver "Buscando a Dory" -AWWWW- no te interrumpen. Y mucho menos en un parque, o en la plaza. Puedes estar una hora escribiendo allí y no te van a interrumpir.
Otro lugar transitorio es la micro cuando vas viajando, obvio. Aunque se mueve bastante y a veces encuentra baches en el camino que hace imposible la tarea de leer o escribir, es agradable porque en ese espacio de tiempo, cuando vas con tu música y en mi caso, la libreta donde estoy escribiendo una historia sobre un chico común de Brooklyn -siempre otro país, lo siento. No puedo evitarlo. No tengo identidad nacional. Sólo si me fuera de Chile por un rato empezaría a extrañarlo. A extrañar... no sé, la cazuela, las empanadas, las fiestas patrias y weás- , cuando estás en la micro, incluso si es por sólo 20 minutos -siempre 20 minutos- , ese espacio de libertad en que no tienes que hacer nada excepto esperar a llegar, la libertad que tienes es infinita. No tienes que cumplir con nada, no estás en el trabajo, no tienes que comprar cosas para la comida. Estás ahí en una burbuja en que no pasa el tiempo y puedes hacer lo que sea confiando en que no serás interrumpido, excepto por la llegada a destino.
En serio. He escrito páginas y páginas encima de una micro. He leído la mitad de un libro en una micro -ahora mismo estoy leyendo "Sol de Tokio" de Francisco Joaquín Marro. Qué wea más divertida, hace rato que un libro no me movía... bueno, pasar de página. Ya nada me gusta, weón, pero me gustó "Sol de Tokio", la novela más sin sentido que he leído- , se me han ocurrido mis mejores ideas encima de una micro.
Igual, triste que tengas que alejarte de tu propia casa para tener un tiempo para ti misma. Qué bueno que soy asexual, en este caso, porque seguro ya tendría hijos por accidente como el 90% de las mujeres de mi edad. Y ahí sí que no tendría ni cinco minutos para relajarme y concentrarme en mi escritura.
PD: Ya puedo escuchar los insultos. "Perra", "Egoísta", "Egocéntrica", "Antinatural" y "Satánica" por no querer tener hijos. La gente es muy simple, weón. Y muy sexista.
Imágenes: x, x, x
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Tenemos que destruir esa cajita, porque el ser humano es complejo por naturaleza. Todos somos diferentes y aceptables, a menos que uno sea un sacoehuéa abusivo con tendencias dictatoriales.
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