¿Conocen esa sensación de completa inutilidad que los ataca especialmente cuando es de noche, están en tu cama sin una pizca de actividad con la que distraerse, pero en cambio con un gran espacio de vaciedad que tienden a llenar masoquistamente con los pensamientos de "¿En qué soy bueno?"?
Desde que entré a la Universidad, a Arte, me siento por completo a la deriva. Estuve toda una vida dibujando -me gusta dibujar- , pero el hecho es que cuando llegué a la Universidad eso dejó de ser suficiente. Después de una vida en un colegio en que te enseñan a memorizar cosas, a copiar textos, donde obviamente destierran todo rastro innato de creatividad de tu cabeza para llenarla de cosas útiles para el progreso del país pero no útiles para tu felicidad, una llega a la Universidad y le piden que sea vanguardista, creativa, innovadora y que arme textos de manifestaciones políticas y sociales a través de la pintura, la escultura y el arte de instalación. Después de toda una vida haciendo paisajes en la clase de Arte, una llega a la universidad y le piden que pinte conceptos abstractos como Picasso, que se eche a volar, que se suelte, que se salga de la estructura.
¡Cómo pretenden que haga eso después de 9 años donde me moldearon de otra forma! ¡¿No entienden que tal contradicción me ha hecho sentir una inútil, un fraude, por cinco años?!
No me siento buena en nada. Quizá escribo historias, sí, pero lo más seguro es que si se las paso a alguien "experto" se ría de ellas por no escribir como Hemingway. Me siento una inútil, una buena para nada.
Para más remate soy la persona que más incómoda del mundo se siente con su propio cuerpo. ¡Lo odio! Continuamente me comparo con los hombres y me doy cuenta del daño que nos han hecho a las minas diseñándonos de esta manera. Es decir, la mitad del mes siento que mis pechos pesan una tonelada. Tengo dolores menstruales, cambios de humor sin sentido. Mi espalda ya es raro que
no duela por culpa del peso de las dadoras de leche materna que esta sociedad tanto ha sexualizado.
Me siento pesada. Me canso. Hago fuerza todos los días y mis músculos son los de un bebé. Mis sostenes se gastan a las dos semanas. Tengo alergia al pólem. Mi pelo se aplasta en verano haciéndome parecer cura franciscano.
Ya no me gusta ninguno de los libros que leo. No me siento representada en las películas que veo. Nunca me he enamorado. Cuando digo que me gusta un hombre no siento nada por ellos sólo para que la gente crea que soy una persona normal que "mira". Pero tampoco siento nada especial por las mujeres. Me siento drenada de vida en comparación a como era de chica. Me siento en blanco.
Odio ser mujer, pero moriría antes que ser hombre. Me gustaría ser la burda ignorante de mi infancia con el pecho plano, capaz de subir árboles y andar el bicicleta por 4 horas seguidas. La ignorancia y el ejercicio hacen la felicidad.
Me gustaría que hubieran más películas con personajes como yo. Mujeres que usan ropa cómoda pero que casualmente no son lesbianas. Y que aún así se sienten lesbianas a veces porque
quisieran serlo. Personajes que se han atado a personas tanto, y que las han perdido a todas como si se tratara de una broma, o un karma, y que ahora prefiere no atarse a nadie por eso y porque nadie la toma en serio.
Nadie me toma en serio. Mostrar los sentimientos exageradamente es algo que la sociedad vincula con los tontos aparentemente, porque la gente insiste en tratarme como retrasada, en decirme en tono de lastima "Pobre, es tan especial", "Pobre, no se ha enamorado nunca, debe ser lesbiana..."
Espero el día en que esa pretensión de las personas se cumpla, porque sinceramente no quiero enamorarme de ningún hombre. Me rebajaría como todas. Cambiaría mi modo de vestir con tal de gustarle, me maquillaría con tal de gustarle, renunciaría a mi sueño de extirparme las tetas con tal de gustarle... porque así se comportan las mujeres enamoradas. Dan y dan y dan y no reciben nada. Y si osan decirle a un hombre que lo quieren de amigo y que no quiere tener sexo, pierden dicho amigo.
La vida es odiosa para nosotras. Para ellos también con todos los traumas que les imponen. Pero estoy mayormente cansada de nacer siendo yo. Ser yo ha sido una horrible aventura llena de obstáculos y sin minutos de descanso.
Y quiero que termine.
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