martes, 1 de septiembre de 2015

Soy Asexual?


Resulta que hace unos días, habrá sido el jueves pasado o algo, me di cuenta de algo muy decidor.

Toda mi vida he sido muy tolerante de las orientaciones sexuales de otros, siempre ha sido para mí una cuestión de lógica aceptarlas. Y si no las entiendo, investigo, cosa lógica de hacer cuando uno no sabe algo a ciencia cierta, aunque claro, algunas personitas se quedan en la ignorancia porque se sienten bien odiando algo que se diferencia de ellos. Como que se sintieran más inteligentes.


La mayor parte de mi vida di por hecho que me gustaban los hombres, aunque nunca me sentí interesada por alguno de ellos sexualmente, nunca me dieron ganas de besarlos, de abrazarlos, nada, y cuando tuve mi "primer amor", que era un niño de catequesis a los 10 años (cómo pude perder el tiempo todos los sábados por la mañana yendo a esa mierda!!!), nunca tuve en consideración acercarme y tener algo con él. Nunca lo tuve en consideración, simplemente lo llamé mi primer amor y en mi agenda "Artilugia" llené todos los datos que sabía de él en la sección para "Tu chico" que había después de la página del propietario de la agenda, ya saben esa típica donde pones tu nombre, teléfono, signo zodiacal y weás. Puse el nombre del niño de Catequesis, su edad, su color de pelo, de ojos, pero no sabía nada más, y nunca me propuse tratar de averiguarlo. Y así
Camila Gutierrez, escritora, guionista y periodista
me pasé los dos años que duró la catequesis, convencida de que estaba enamorada de él, pero la verdad es que no recuerdo sentir ningún sentimiento especialmente fuerte alrededor de él, tal vez nerviosismo, pero en ese tiempo tenía una fobia social tremenda, así que la causa no creo que sea a haber "caído en el amor" como dice Camila Gutierrez.

Luego empezó a gustarme Johnny Depp porque lo vi en "Edward Scissorhands". Llegué a esa película por la música. La usaban en reality shows, y siempre que la escuchaba me causaba un placer tremendo. Y así fue como supe que la película a la que pertenecía la música era "Eduardo Manos de Tijeras". Me creí enamorada de él por AÑOS, pero mirándolo ahora, creo que siempre ha sido pura fascinación y admiración, y algo de ternura por como aparece en "Edward Scissorhands". Siempre me han atraído hombres por su ternura más que por otra cosa. Y en cuanto a Johnny Depp, siempre me han atraído las historias medio retorcidas, terroríficas y gores, medio tiradas al espectro gótico del estilo, y Johnny Depp tiene muchas películas de esas con Tim Burton como director y creativo. Recuerdo haber arrendado "La leyenda del jinete sin cabeza" y haberla visto muchísimas veces. Lo mismo con "Edward Scissorhands", aunque esa la vi menos porque verla me daba una tremenda tristeza. El final, para una niña de unos doce, era demasiado triste y deprimente, además entintado de esa belleza y característica etérea que rodea a Edward al final de la película, cuando se queda vivo, inmortal y solo, haciendo esculturas de hielo en el castillo que fuera de su creador, fue catastrófico para mi pequeño ser poco acostumbrado a las emociones demasiado fuertes y tristes.
Edward y Kim. Nunca me imaginé como Kim. EVER.

Luego, claro, lo vi en "Piratas del Caribe" y allí mi admiración como que llegó a su tope. El tipo era camaleónico, y creo que después de eso empecé a ver muchas muchas películas, especialmente de época. Recuerdo haberme sentido enamorada del Sr. Darcy en "Orgullo y Prejuicio" del 2005 (vi esa película como 40 veces, y hace unos días volví a verla de nuevo después de leer el libro por segunda vez. Qué libro más perfecto, weon, obra maestra), pero creo, en perspectiva, haberme sentido enamorada más de la historia de él con Elizabeth que de él mismo. Nunca me imaginé a mí misma en la situación de Elizabeth, teniendo a Darcy enamorándose de mí, como hacen algunas escritoras de Wattpad cuando escriben historias con los cantantes de One Direction llamadas "Zayn y tú", "Louis y tú", "Harry y tu", "Blah blah y tú", historias generalmente escritas en primera persona en que los personajes principales son tú -la/el que narra, o en este caso la/el que lee la historia- , y algunos de los One Direction.

Link de la historia, para que la lean: (x)
Nunca me he puesto en esa situación romántica, siempre me he enamorado de las historias, de las parejas, siempre he sentido escalofríos y excitación ante la visión de otros haciendo lo que las parejas hacen. Cuando besé por primera vez no pude sentir más que incomodidad, y seguí sintiendo incomodidad cada vez que me besaron, aunque mi primera relación fuera linda y me sintiera muy muy bien con él -él, claro, no me creyó, y terminó odiándome porque nunca tuve sexo con él- . Aún estoy en la esperanza de encontrar a alguien a quien bese y con quien me olvide del mundo mientras lo/la beso, pero con esto que me he dado cuenta, empiezo a resignarme. Cuando llegué a la edad de la pubertad, no recuerdo haberme sentido interesada en hombres -los ñiños, como decían mis compañeras- realmente. En la sala de clases, cuando pasaban niños en la calle tras la sala, en la vereda de en frente, recuerdo que todas se amontonaban a ver y chillaban y saludaban, y yo no podía estar menos interesada. En otras ocasiones he FINGIDO sentirme interesada, y con los años he desarrollado una costumbre de hablar de sexo sin tapujos. Aunque la verdad es que nunca he tenido esa parte del sentido común que te hace no hablar de ello. Siempre he hablado y leído sobre sexo como si fuera algo externo a mí, ahora me doy cuenta. Hablo de sexo y leo sobre sexo como si estuviera investigando algo de otro mundo, que otras especies hacen, y creo que por eso nunca he sufrido de homofobia. Nunca. Literalmente. Da Vinci era mi ídolo de chica, recuerdo, y nunca puse ningún reparo ante el hecho de que fuera gay. Mismo pasa con Freddie Mercury. La primera vez que escuché a Queen fue a los 7 y poquitos años después mi papá comentó que era gay y yo "Mish. Da". No me importó en lo más mínimo.

Pasó lo mismo con t.A.T.u. a los 12 años, ya saben ese duo de rusas que se supone eran lesbianas. Puse el CD un día en la sala de clases en un descanso, así como si nada y desde entonces pensaron que yo era lesbiana. Me tenía sin cuidado que las minas fueran lesbianas, aunque supongo que el hecho de que fueran diferentes de lo usual, que rompieran con la heteronormatividad, traía una característica de fascinación a mi ser hambriento de cosas diferentes -siempre gusté de lo diferente, de chica estaba pegada con la cultura china sólo porque escribían con un método y letras diferentes, y siempre me ha fascinado la vestimenta de las musulmanas aunque sea feminista, sólo porque se visten diferente- . Pero la cosa era que las canciones eran buenas, sonaban diferentes y sus voces eran inusualmente agudas y controladas, y eso me gustó. Y sus canciones sonaban dramáticas aunque no supiera qué chucha estaban diciendo.


Este dibujo me gustaba especialmente, y creo que había un elemento de morbo de por medio en mi gusto por esto, aunque el ver lesbianas no me provoque en lo absoluto. Estéticamente, sin embargo, la idea de dos mujeres juntas es muy atractivo, al igual que dos hombres juntos, especialmente si son estéticamente asexuados. Eso es lo otro, la gente que está como en el medio entre mujer y hombre, la gente genderqueer siempre me ha atraído mucho, pero de nuevo, no sexualmente.

Erika Linder, modelo (mujer). A la derecha, como mujer, a la izquierda, como hombre.

Creo que esta falta de homofobia -porque estoy casi convencida de que todo ser humano pasa por un período de homofobia, a menos que ese período se extienda a toda la vida- se corresponde con el hecho de ser asexual, de rechazar esta sensación de no pertenecer que siempre he tenido, si bien nunca me ha importado especialmente. Y es que en un mundo tan lleno de referencias e imágenes sexuales, cualquier asexual se siente fuera de lugar. Pero nunca me ha importado no haber tenido más de un pololo y nunca he andado especialmente desesperada por hacer lo que todos hacen, así que el no tener ningún interés por alguna persona, interés sexual y romántico, nunca fue una fuente de inquietud para mí. Me acostumbré tanto a la idea o más bien al hecho de que soy diferente -cuando sufrí de discriminación de adolescente por parte de mi hermana, por ser otaku, y que todavía sufro, aunque por muchas otras razones más- , que empecé a gustar de la idea de ser diferente y empecé a hacerme adicta al rechazo. Sí, lo que escuchan, me hice adicta al rechazo, o no adicta, sino que me siento bien siendo discriminada, me siento bien al ver que otros me desaprueban, mientras no me llamen fracasada o inepta. Eso sí me duele. Pero que me llamen "rara", que me griten "lesbiana" en la calle por usar pelo corto -sí, la gente es así de estereotipadora y descerebrada- , que me critiquen por mi ropa, que me critiquen por no llevar maquillaje, me llena de un sentimiento de satisfacción que en la
mayoría de las personas no sería tal, más bien sería un sentimiento de fracaso, de no pertenencia, que termina a todos por convencer de cambiar para encajar con la masa. Desde cosas como usar tacones para no verse baja hasta ser ultra-homofóbico para que no sepan que eres homosexual, la gente siempre se ha cambiado a sí misma para encajar.

¿Y por qué? Unos dirían por cobardía, pero hay que decir que ser diferente no es una cosa que sólo afecte tu autoestima: afecta tus relaciones personales, tus oportunidades de trabajo, etc. Abarca un ámbito económico que de adolescentes muchos no llegan a entender. Yo misma me estoy dejando crecer el pelo porque sé que aumentará mis oportunidades de contratación. En el colegio donde hice práctica me preguntaron casi directamente si tenía novia -usaba pelo corto- , y aunque no eran discriminadores acerca de ello, sino curiosos, no puedo estar cien por ciento segura de que la actitud sea tan respetuosa en otros colegios donde trabaje. Estos eran niños más cultos, de clase alta, así que la posibilidad de homofobia era menor. Quizá el estereotipo esté equivocado, ya que en este país -Chile- los sectores conservadores son los más homofóbicos y racistas, y los conservadores tienden a ser de clase alta, pero mi percepción personal a nivel de alumnado en el caso de este colegio, fue esa.

Durante toda mi vida, siguiendo con el tema, pienso que en el fondo, bien en el fondo, creí ser heterosexual, creí ser bisexual, demisexual, pansexual e incluso lesbiana porque estaba dándome vueltas alrededor del hecho de no haber sentido nunca ninguna atracción sexual por una persona de carne y hueso. Pensaba "Ya va a llegar, ya va a llegar", y también pensaba "OK, he encontrado atractivas a mujeres y hombres, tal vez sea bisexual", "OK, encontré sexy a Lee Pace travestido en la película 'Soldier's Girl', debo ser pansexual (pansexualidad incluye atracción por transexuales)", "OK, no he sentido atracción sexual por nadie, soy demisexual. Cuando me enamore de alguien, cuando tenga una conexión emocional con alguien, querré tener sexo con ese alguien" y así  así sacando conclusiones que no venían al caso, sólo porque la idea de la asexualidd todavía no estaba en mi cerebro, sólo porque no la consideraba como algo que encajara conmigo. Y creo que cualquiera se confundiría con el nivel de fetiches y situaciones sexuales que me han excitado durante mi vida.

YAOIII
Primero, el yaoi me excita, luego el porno gay me excita, hasta que me aburre y dejo de mirarlo -de verdad, termina aburriéndome, y cada vez es más largo el tiempo que paso sin ver al menos un videito. Mi favorito es cuando hacen el sandwich de tres- , luego, el más importante de todos: escribir escenas de sexo me excita, y a veces ni siquiera escenas de sexo, sino escenas donde los personajes se acarician y se besan. Basta eso y empiezo a sentir algo ahí abajo (ejemplo de una escena de sexo escrita por mí (página 5): (x)

Creo que la mayoría de las personas considerarían esto un problema. Todo el tema del yaoi, de la fijación por las parejas gay (masculinas)... todos pensarían "Ah, esta tipa está enferma", pero luego recuerdo que a los hombres hétero les excitan las lesbianas y se considera normal. Un fetiche, pero normal.

Hablo tanto de sexo y sin tapujos, además, que todos asumen que tengo un montóoon de sexo. Pero lo cierto es que ni siquiera la gente que es sexualmente activa es tan abierta acerca de hablar de sexo. Es decir, cuando estaba en el colegio recuerdo que mis compañeras hubo un tiempo que hablaban de ello cada vez que el profe dejaba la sala, pero una vez les nombré la palabra "masturbación" -femenina- y me miraron como si hubiera cometido un sacrilegio. Hablan sobre querer darles sexo oral a sus pololos pero no hablan de masturbación propia porque lo consideran perverso.


Lo cierto es que la apertura de mente que tengo para hablar de sexo, ahora que lo veo con altura de miras, es a causa de que veo el sexo como una materia de estudio, como un tema de investigación, y no algo que debiera hacer o que QUIERA hacer. El investigar y hablar sobre sexo siempre ha sido a causa de que tengo hacia el tema una sensación ajena que los demás no tienen. Para la mayoría el sexo es parte de sus vidas privadas, y al tener esa visión yo pienso que surgen problemas como la homofobia, en que al enterarte de las costumbres o preferencias de otra persona en la cama te
sientes amenazado porque se supone que es algo que tú no deberías saber o algo que tú no harías. De lo que sí habla la gente libremente y como cosa diaria y normal es sobre "quien se está
acostando con quien". Ese tipo de chismes son los que le importan a la gente, chismes que a mí nunca me han interesado, porque no veo el sexo como una conexión entre dos personas estrictamente, sino como una actividad. Una actividad tan normal como comer, como dormir -creo que por eso no le doy tanta importancia, porque hay gente que no se siente asidua a hacer cosas que muchos hacen, como comer chocolate, o ir a la playa, o viajar, o comer. Hay gente que come porque hay que comer, como Sherlock de la BBC, que pasa sin comer días enteros, ya que ve el cuerpo como un medio de transporte. Vemos en muchas escenas que mientras John come, Sherlock no lo hace porque su digestión interfiriría con su proceso de deducción (lo cual tiene lógica dado que la digestión te pone soñoliento).

John tiene un plato en frente suyo, Sherlock no.

Veo el sexo como algo normalísimo, como el deseo innato de muchos de bailar o cantar cuando escuchan una canción que les gusta, aunque a mí no me atraiga tanto el sexo como bailar y cantar o por ejemplo, escribir. Es decir, entre escribir y tener sexo prefiero escribir, aunque eso no significa que quiera deshacerme de mis partes sexuales. No, no tiene que ver con eso, al menos no en mi caso. Hay asexuales más radicales a los que no les interesan las sensaciones, el placer sexual, y eso está bien, así se sienten ellos, pero en mi caso, el placer sexual, aunque no exactamente la masturbación, sino lo que producen en el cuerpo las fantasías sexuales -sin autotoqueteo de por medio- es algo que encuentro tremendamente importante. Sin embargo, lo encuentro importante porque sin esas sensaciones no podría escribir. Cuando escribes una escena en que intervienen ciertas emociones, a mí siempre me ha resultado mejor el sentir esas emociones yo misma mientras escribo, y por eso mismo utilizo tanta música cuando escribo, porque la música te ayuda a ponerte en el humor. En el caso de las escenas de sexo, estar excitada una misma, estado físico al que llego a través de la visualización mental repetitiva de la escena que estoy a punto de escribir, es muy importante para que al escribirla salga lo suficientemente realista y pues, bien escrita, para que el lector y yo misma nos excitemos al leerlas. No encuentro que sea realmente coherente que un escritor escriba una escena emocional sin que el lector se emocione él mismo. Es decir, según lo que me han comentado, transmito bien las emociones que están tomando lugar en la escena:




Ahora viendo todo eso en pespectiva, me he dado cuenta de que siempre me he puesto fuera de las historias, nunca dentro. Hasta Stephenie Meyer que escribió "Crepúsculo" se imaginó a ella misma como Bella, ya que la historia se basó en un sueño que tuvo en que ella estaba con un chico guapo recostados en un prado. Todos se imaginan a ellos mismos en las situaciones, en situaciones sexuales, pero yo nunca lo hice, y cuando me imagino, siento que no encaja. Por eso siempre he dicho que "estoy enamorada del amor". No he escuchado a nadie más decir eso. La gente siempre tiene algún crush, alguien que le gusta, pero yo no. Nunca me he enamorado de una persona real. Quizá Benedict Cumberbatch que ha sido lo más fuerte últimamente, y con quien como que me he forzado un poco a imaginarme teniendo algo... o en el acto mismo. Pero siempre se ve forzado y estúpido, como que no encajáramos. Me gusta Benedict mucho más porque lo encuentro tierno, como cuando ves un gatito extremadamente tierno, tanto que te dan escalofríos.


Quizá todo esto sea baja autoestima, pero muchas veces me he encontrado en mi vida siendo muy feliz de ser yo misma, y ni entonces me dan ganas de tener pololo. No es algo que esté buscando.

Esto último me recuerda a cómo en las películas cuando alguien dice que no está buscando a nadie con quien estar, la otra persona te dice que eres gay por ello.



Fuente imágenes: x, x, x, x, xxx

1 comentario:

  1. Hola. He coincidido tanto en lo que relatas que me sorprendí de cierta forma, ya que hace tiempo que ronda por mi mente ese pensamiento ( que soy asexual) pero algunas cosas a mí alrededor como mi gusto por el yaoi me hacían dudar. Tengo 21 años, no he besado ni nada por el estilo y no me molesta, en lo absoluto. Sí he tenido platónicos pero en sí son idols ( me gusta el Kpop) y son como los mencionas "genderqueer" pero por que me parecen sumamente tiernos o los admiro. Nunca me ha gusto alguien, aunque en algunas ocasiones he dicho que sí me gusta un compañero, pero es más por presión. Recuerdo que se puso de novio con una compañera del salón y me dio igual; Eso refuerza más mi idea. Incluso me he cuestionado sobre si seré lesbiana, pero mi sexo tampoco me atrae...


    Attentamente: "Dania" (Nombre ficticio)

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